Por lo general cuando hablamos de querer estar más saludables, sólo nos concentramos en dos cosas: en comer mejor y hacer más ejercicio, se nos olvida por completo que dormir es parte fundamental de cualquier rutina de salud.
Y si de verdad queremos mejorar la calidad del sueño, debemos crear hábitos, respetar horarios, despertarnos a la misma hora todos los días, esto mantiene sincronizado el ritmo circadiano, el reloj biológico, el despertar del cuerpo, todo un proceso natural que regula la sensación de somnolencia a lo largo del día.
Desafortunadamente cambiar los horarios de sueño, uno o dos días a la semana, altera el reloj interno del cuerpo, así que piénsatelo muy bien los fines de semana, cuando duermes hasta tarde y trasnochas.
Cuando despiertas, preparas tu cuerpo para el día, entra en contacto con la luz solar y en lo posible entra en contacto con el aire libre, esto mejorará tu reloj interno y estarás listo para dormir nuevamente cuando llegue la noche.
Dentro de mis hábitos, no recomiendo el consumo de café, aunque todos los cuerpos son únicos, responden de manera diferente a cada uno de sus necesidades, en algunas personas pequeñas dosis de cafeína en el cuerpo podrían interferir directamente con la calidad de su sueño.
Otro factor responsable son los horarios, la calidad y cantidad de las comidas antes de dormir. El desayuno no puede faltar, es el que nos aportan las calorías para comenzar el día con energía, que el almuerzo sea tu comida más importante del día y en la noche evita comer comidas pesadas, con mucho dulce, o incluso cafeína.
Aunque la siesta durante el día siempre será tentadora, no es la mejor opción para las personas que tienen dificultad para conciliar el sueño.
Algunos dicen que el alcohol ayuda a dormir, pero varias investigaciones han demostrado lo contrario, es quizás uno de los mayores destructores del sueño, no sólo deshidrata tu cuerpo, sino que al metabolizar el alcohol durante la noche crea un sueño más fragmentado.
El ambiente de descanso, debe estar libre de ruido, desorden, en lo posible de luz, es importante cubrir ventanas, puertas, apoyarnos con algún antifaz o tapones para los oídos si eres sensible a los ruidos.
Utiliza tu cama sólo para el descanso, el amor, y El bueno Dormir, evitar leer, llevar el ordenador, estar conectado a todo lo que implica actividad intelectual.
El modo sueño, es el modo sueño. Así que hay que buscar todas las maneras de relajarse.
¿Cuáles podrían ser las acciones que ayudan a dormir mejor?
- Reconocer cuál es tu rutina antes de ir a la cama.
- Si tienes una actividad física regular, esto es de Terminal de la calidad del sueño.
- Desconectarse dos horas antes de acostarse del teléfono celular computadora mensajes tabletas redes sociales.
- Limpie el espacio de descanso, de televisor, pantallas todo lo que libera radiofrecuencia.
- Tomar un baño de agua caliente en la noche es buena opción para relajarse
- Si logramos ir a la cama entre las ocho y las nueve PM poniendo nuestro cuerpo horizontal preparándonos para dormir es quizás la oportunidad de obtener los diferentes tipos de sueño que necesita nuestro cuerpo para recuperar y compensar la energía gastada.
- Algo que me ha funcionado también, ha sido tomar unos minutos para meditar, poner la mente en silencio, respirar de manera profunda, consciente, apoyando este ejercicio con algo de Aromaterapia, la esencia de lavanda es espectacular, este aroma, le manda la señal. al cerebro de que es hora de relajarse.
Si optas por tomar un té relajante, hazlo dos horas antes de dormir, para que tus órganos internos también se relajen y no tengan que trabajar. - Recuerda, decir buenas noches no sólo es una manera de terminar el día, sino una forma cariñosa de decir: '' Pienso en mí antes de dormir ''.
Con amor,
Catalina Aristizábal